sábado, 17 de mayo de 2014

Ocho apellidos vascos


El otro día pude ver la película española mas taquillera Ocho apellidos vascos, la película en cuestión nos cuenta cuando Rafa (Dani Rovira), sevillano adicto a la gomina, se enamora de Amaia (Clara Lago), una vasca de armas tomar, no tiene el más mínimo reparo en recorrer media España para plantarse en el País Vasco e ir en su busca. Poco se puede imaginar este hincha del Betis que por amor se hace de todo, incluso hacerse pasar por vasco...

El argumento de "Ocho Apellidos Vascos" toma como punto de partida el esquema de comedia romántica boba en la que chico conoce chica, chico se enamora de chica y chico hace todo tipo de locuras por conquistarla. Pero la gracia es que los protagonistas de esta historia de amor son un andaluz y una vasca que son dignos representantes de los estereotipos que se suelen tener sobre los habitantes de estas regiones. Vamos, que él es el típico señorito andaluz, adicto a la fiesta, al fino y a las mujeres y ella la típica vasca, borde e independentista.


Hay una línea muy fina entre "humor" y "burla" así que es muy posible que haya gente que se sienta ofendida por la manera en que se pinta a andaluces o vascos. En mi opinión, los estereotiopos están llevados tan al límite que es imposible creer que alguien pretende algo que no sea reirse de nosotros mismos, pero ya sabemos que esto del humor es muy relativo siempre.

La película va creciendo a pasos de gigante, pero cuando llegamos al momento de los enredos surrealistas (tan típicos en este género) es cuando realmente alcanza sus mejores cotas. Desde el momento en el que aparece en escena Karra Elejalde (Koldo, el padre de Amaia) y el personaje de Dani Rovira se presenta ante él como Antxon, el novio de Amaia simpatizante de la izquierda abertzale, es cuando se suceden una serie de gags que ya quisieran para si otras películas españolas que se nos han vendido como la comedia del año.


La parte final es la más floja, quizá porque es en la que se ve más la sombra de la comedia romántica al uso, pero en resumen, "Ocho apellidos vascos" es una divertida película para disfrute de un rango muy amplio de público cuyo fin es única y exclusivamente, provocar risas hasta convertirlas en carcajadas. Si tuviese que definirla con un solo adjetivo, diría que es chistosa, y, sobre todo, muy blanca y con un componente romántico que la han aupado a convertirse en la película española más taquillera de la historia.

¿La recomiendo?: sí, sin duda. Cine español, así sí.



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