sábado, 22 de junio de 2013

El hombre de acero


Esta semana me adelante al estreno en España de El Hombre de Acero y pude verla en versión original subtitulada, decir que Man of Steel resucita al héroe es quedarse corto. Realmente es quedarse corto. Tras el fiasco aburrido que resultó ser Superman Returns en 2006, hoy Superman vuelve a colocarse en la línea de primer nivel de superhéroes. Hoy, el hombre de acero vuelve a ser nuestro héroe. Volvemos a creer en él.

Si bien en sus casi dos horas y medias de duración la cinta puede encontrarse pesada, o incluso exagerada en algunos momentos debido a su grandilocuencia visual, no es estúpido decir que es éste el blockbuster por el que se estaba esperando éste año. Más allá del gran elenco secundario -una colección de nominados al Oscar-, Henry Cavill con traje y capa vuelve a hacer que el hombre de acero funcione y se vuelva creíble. Tras la mala experiencia de Brandon Routh, realmente Cavill se vuelve colosal. No ofrece una interpretación genial, pero si es impactante su transformación en lo que todos queremos ver: un héroe. El héroe que ésta franquicia de DC Comics pedía a gritos.


Una aclaración: no es la nueva Batman. Batman es Batman. Y más allá de que Christopher Nolan la haya producido y escrito la historia -no el guión, que es distinto-, no es tan oscura ni tóxica como la renovación que tuvo el hombre murciélago en estos últimos diez años. Se nota la mano de Snyder a la hora de plasmar el estilo gráfico de contar historias, no tan aplastante como en Watchmen o 300 pero si aportandole seriedad y convicción cinematográfica.

Éste Superman tiene poco y nada de aniñado, y aunque se lo muestre en sus primeros años, es una visión que no deja de ser adulta.
Como dije antes, Man of Steel no será la mejor película del año seguramente. Pero si será el blockbuster de la temporada que uno estaba esperando hace tiempo mas aún los fanáticos rabiosos del héroe y el que mas se dejará ver, oír y apreciar con un gran sentido del entretenimiento, del espectáculo y de la emoción, sin que nada se note falso. Superman ha vuelto. Y para quedarse como se lo merecía.

Man of Steel conjuga y fusiona todos los elementos necesarios como para poner a Superman en su lugar y hacer de esta proyección un peliculón, que funciona tanto para fanáticos como para quienes no fueron nunca grandes seguidores del superhéroe.


El film, de aproximadamente 143 minutos de duración nos adentra en los orígenes y en el nacimiento de nuestro protagonista, cuyo nombre original es Kal-El. Todo esto ocurre en el comienzo, sumergiendo al espectador en la realidad de Krypton, mostrando y desmenuzando detallada y claramente como nunca antes se hizo el funcionamiento y la política de este planeta, además de la avanzadísima tecnología que posee.

Y con el transcurso del relato se va retratando la vida de Clark Kent en la Tierra, apareciendo en primera instancia ya con 33 años y recurriendo el director, Zack Snyder, a la aplicación de unos cuantos buenos y elegantes flashbacks para narrarnos, brevemente, algunos episodios experimentados por un niño en edad escolar que se evidencia distinto en su comportamiento y en su accionar, “acechado” por unos compañeros que han sido testigos de alguna que otra obra sobrenatural de Clark.
Se agradece y se percibe la mano de Christopher Nolan en la historia (en dupla con David Goyer) para redimensionar a este superhéroe y mezclar, dentro de la cinta, factores que hacen a la narración más soberbia, distinguida y refinada.


Un Superman que no va a las trompadas limpias de movida, como supieron enseñarnos otras entregas, sino una crónica teñida y bañada oportunamente dependiendo la ocasión de drama, ficción, acción, moralismo y hasta impecables explosiones.

Cabe destacar la tarea sobria de Russell Crowe en el inicio y en sus “fantasmales” apariciones. También resulta brillante la elección de un actor como Kevin Costner para interpretar al padre adoptivo de nuestra estrella principal: con pocas y contadas manifestaciones le basta para hacerse querible por el público y ocasionarle un sentimiento conmovedor.

Grata sorpresa la de Henry Cavill, quien sabe llevar la marcha a la perfección del papel más importante de su carrera a base de una notable encarnación tanto en la parte humana y ética del personaje (acierta con grandeza en sus expresiones) como en la porción sobrenatural y de fuerza extrema.

Lo importante es resaltar que Man of Steel no es una película más de acción y el típico “más de lo mismo”, sino una elaboración que intercala secuencias de ficción, drama y pelea según corresponda a cada momento de la proyección abordando, además, el extrañamiento de la sociedad al percibir la presencia de un alienígena entre ellos.

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