Ayer vi la película Con la magia en los zapatos otra propuesta protagonizada por el discutido Adam Sandler, que emerge bajo la dirección de Thomas McCarthy. La película se muestra como una historia que mezcla el drama, la comedia y la fantasía. Amena y agradable, la película logra mantener la atención, alejando al actor de Niños Grades de ese estilo de films de humor absurdo que tan cuestionados han sido por gran parte del público.
Max (Sandler) es un zapatero que vive con su madre. Su vida es bastante monótona, carente de chispa y de acontecimientos importantes. Max deja entrever que no la pasa bien con su rutina diaria. Algo en el pasado, vinculado a su padre (del mismo oficio) lo aqueja y preocupa. Sus días dan un giro brusco cuando descubre que al ponerse los zapatos de sus clientes, puede cambiar su apariencia por la de ellos. Esto se da gracias a la extraña magia de una máquina reparadora de calzados que conservaba escondida en el sótano de su negocio.
La obra de McCarthy aborda el hecho de ponerse en la piel de otro como mera fantasía o tal vez como breve juego de querer ser, aunque sea por momentos, otra persona. Y nuestro personaje principal lo lleva a cabo, a veces como una aventura desprovista de picardía y en ocasiones hasta involucrándose en asuntos de delicado riesgo.
A partir de situaciones de peligrosidad es donde la película explora matices distintos que le permitan despegar de ese aire casi naif (por llamarlo de algún modo) predominante en los primeros minutos, para volcarse hacia cuestiones que pongan en aprietos a nuestro carismático y torpe protagonista.
Vale la pena destacar la participación de figuras como Steve Buscemi y Dustin Hoffman, en intervenciones acotadas pero que sirven para elevar un poco más el status de los acontecimientos que tienen lugar en el relato. También colabora Clifford Smith, más conocido como Method Man, situándose en el flanco malvado de esta especie de cuento mágico.
Con la magia en los zapatos gana puntos por su ritmo llevadero, por tratarse de una proyección afable, entretenida y por sus actuaciones. Asimismo el director se da el gusto de añadirle una interesante vuelta de tuerca a la historia que acaba resultando, como mínimo, ingeniosa. Es factible que con algunos eventos permanezca la sensación de que se podrían haber pulido un poco más, pero con sus pros y sus contras la película liderada por Adam Sandler redondea una performance favorable.