Nuestro Último Verano En Escocia

Otro de los títulos que tenia ganas de ver es la comedia dramática Nuestro último verano en Escocia, me he divertido mucho con el humor británico y con pequeñas píldoras dramáticas que reflexionan sobre la familia, el cáncer, la homosexualidad o la madurez. Pero la gracia es que está hecha desde el punto de vista de los niños.

Una interpretación natural de los niños y un humor durante todo el film. Pero también toca temas serios, como la muerte y la familia disfuncional.

Una historia con ritmo y que engancha perfecta para quienes no buscamos la película de nuestras vidas pero si una que nos haga pasar un buen rato. Una familia que dentro del disparate vive situaciones muy reales y, formándola, unos personajes fuertes e indispensables cada uno por sus distintas cualidades.

Todo ello consigue un guión casi redondo que se refleja, no solo gracias a las interpretaciones sino también a los ingeniosos diálogos que consiguen sacarle una risa hasta a los más serios; pero dejadme aclarar esto último...

El humor que he encontrado no es desorbitante ni mucho menos un humor desesperado tan característico de numerosas pelis de hoy en día. No esperes que la carcajada te consuma pues es algo modesto y embaucador que, desde mi punto de vista, le da más calidad a la película.

Por su puesto no puede faltar por mencionar lo increíbles que son tanto los paisajes como la banda sonora que consiguen transportarte sin tener que moverte de la sala.

Si os gustó "Pequeña Miss Sunshine" os gustará casi con toda seguridad "Nuestro último verano en escocia" y si no habéis visto alguna de las dos no sé a que esperáis.

La película no os cambiará la vida ni marcará un antes y un después, pero si encontraréis una entrañable historia que os alegrará como mínimo el día.

Sinopsis: Doug y Abi son dos padres normales que tienen tres hijos encantadores aunque muy excéntricos. Cuando el estrés de ser padres pone en peligro su estabilidad mental y su matrimonio, deciden realizar un viaje a Escocia con sus hijos. Allí participarán en una gran reunión familiar y se reencontrarán con Gordie, el increíblemente extravagante padre de Doug. Sin embargo, lo que prometían ser unas vacaciones para la reconciliación pronto se convierte en un campo de minas no exento de situaciones hilarantes en el que rencores familiares, malentendidos y egos maltrechos conforman el orden del día. Cuando los niños precipitan un giro inesperado en los acontecimientos, la familia se ve obligada a aparcar sus diferencias y a colaborar, pues de lo contrario corren el riesgo de perder aquello que más aprecian.